Por definición, la higiene industrial es aquella ciencia encargada de de prevenir la mayor parte de los peligros de enfermedades producidas en el trabajo. Dentro de esta ciencia se definen cuatro métodos de control importantes:
- El reconocimiento de los potenciales problemas que se pueden generar en el entorno laboral como ruido, vibraciones y otros,
- El monitoreo para determinar la cantidad de agentes contaminantes detectados,
- La evaluación de los riesgos potenciales para el cálculo de su magnitud y medir si se considera como riesgo o no,
- La priorización y control del riesgo, así como acciones para moderar y eliminar al máximo la propagación y efectos.
Sin embargo, el tema de la higiene y salud profesional no ha surgido de la noche a la mañana debido a que a través de los años el mundo evolucionó y el comportamiento del ambiente también sufrió sus respectivos cambios. Por lo tanto, será siempre un sector y una ciencia que se mantendrá en constante actualización.
Es un hecho que este tema no es una novedad, ya que desde siglos atrás se sabe y se ha estudiado sobre el tema. Pensadores, filósofos y médicos de la antigua Grecia, como Platón e Hipócrates, descubrieron la existencia de enfermedades y amenazas a la salud provenientes de la minería, creando el concepto de la medicina ética.
No obstante, la historia no termina aquí ya que al paso de los avances tecnológicos a través de los años siguieron surgiendo más necesidades. No fue hasta el año 1473, que se creó la primera publicación de higiene industrial donde se informaba de enfermedades y lesiones de los trabajadores. En Italia, el padre de la medicina industrial, Bernardino Ramazzini describió alrededor de 54 enfermedades laborales en múltiples reportes y dentro de su labor trabajó para popularizar y concientizar la importancia del tema.
Tiempo después, durante la revolución industrial alrededor del mundo se marcó el inicio de una nueva fase de la seguridad industrial, donde se incluyó también la medicina y salud industrial. Se manifestó una pronta aparición de las enfermedades en el trabajo, donde se calculaba que casi la mitad de los trabajadores morían alrededor de los veinte años. Había una pobre estructura legislativa en la época, ya que solo se regulaba la edad mínima para comenzar a trabajar. No obstante, en 1877 en Estados Unidos se promulgó la primera ley en materia de seguridad e higiene industrial. Hasta principios del siglo XIX, en Inglaterra se comenzó el cuidado sobre condiciones laborales. Se crearon distintas leyes sobre las fábricas y su seguridad. En 1919, se creó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como parte del Tratado de Versalles al final de la Primera Guerra Mundial. La creación de esta organización marcó un paso muy grande en la higiene industrial, ya que se mejoraron las regulaciones y se ayudó a aumentar la conciencia general sobre el tema.